miércoles, 20 de febrero de 2008

Palabras que caen, flotando, como pedacitos, de vientos germinales.

Silvio y Hamlet.


Motivado por los comentarios de Ignacio y Graciela, les voy a contar como conocí a Hamlet. Fue en noviembre 61, primero como músico, luego y hasta la fecha como escritor y poeta.



Yo estaba por cumplir los 14 años, el era un señor mayor de casi 40. La Municipalidad de Morón auspiciaba la Fiesta de la Tradición en el Cine Morón. Entre los conjuntos invitados estaban Los Curcunchos (los más conocidos en Morón de esos años), Los Mandingas (donde un señor serio de barba quijotesca tocaba el bombo) y Las Voces del Sacha (grupo adolescente que integraba junto a Jorge "Compadre" Mansini, Gustavo "Sapo" Grigera y Mario Pérez).

De las anécdotas de mi adolescencia de cantor y guitarrero, entre otras, tengo grabado en el recuerdo el gesto de la franca mano derecha de Hamlet -con los palillos del bombo apoyada en mi hombro- mientras nos saludaba y felicitaba al finalizar nuestra actuación. Cosa de Mandingas, uno de los temas de nuestro repertorio que cantamos en ese entonces era La Salamanca.

Entre paisanas y gauchos del Rodeo del Palomar, payadores y cantores, nosotros eramos los más chicos del festival y mimados de Morón. Veníamos de actuar en la TV resultando finalistas en el programa Guitarreada, conducido por Antonio Carrizo, que en el primer semestre del mismo año, había consagrado finalistas Víctor Curnú (Víctor Heredia) y a Hugito Carregal.

Tres años y medio después me ponía de novio con una de sus sobrinas, mi esposa y compañera para toda la vida (saquen ustedes cuentas). Poco antes de finalizar el siglo, mí suegra me regaló su colección de libros con dedicatorias de puño y letra de Hamlet.

Porota, que toda la ternura de nuestra infancia te llegue y te envuelva con mi beso. Hamlet Nov/81 (Las Distintas Formas).
Porota: siempre te llevo en mi vida, como en el banco de adelante en el colegio. Un beso, Hamlet (1984-Situación Personal)
Para Porota, con mi cariño de siempre, un beso. Hamlet (1989-El oficio común)
Para Porota, con mi mejor beso. Hamlet (1990-Osvaldo Pugliese)
Para Porota, un abrazo desde la tribu. Hamlet (1991-Callcucurá y su elogio a la tribu)
Para Porota, con todo el vuelo, un beso. Hamlet (1992-Breve historia de otro mundo con poemas en vuelo)
Para Porota, con el beso y el cariño de siempre. Hamlet (1994-Los Referentes)
Para Porota, la siempre hermana del corazón. Un beso, Hamlet (1998-La Breve Palabra)


Entre los más más viejos (Mundo en el Rostro) la dedicatoria era para Bili; Para la abuela Amelia con todo el afecto que se merece. Haedo, 30/4/54 Hamlet.

También guardaba entre sus hojas amarilletas un recorte de Clarín del 22 de Mayo de 1988 que comentaba el lanzamiento del trabajo discográfico “El árbol de la vida”. El artículo se titulaba "Un poeta de la condición humana" y estaba firmado por Leonardo Coire. Les copio parte del mismo. “Lima Quintana, valga la pena recordarlo, un hombre de destacada participación por su alto y riguroso nivel en todo lo bueno que le paso al género nativista en los años sesenta, bucea, con distintos matices, en sus honduras más próximas. Cuando es la hora de interpretar sus mismos poemas surge así su voz su voz limpia y clara, casi como la de un locutor conocedor de los valores de los silencios y las entonaciones más precisas”.

Su cuento Crónica de un semejante, nueve minutos y medio de extensión, el cuál vale él solo la atención de esta placa. “Un sujeto sale de su casa en Morón y hasta su vuelta, horas y horas después, habrá atravesado quizá las amarguras del hombre sujeto contemporáneo. Solo de toda la multitud, agarrado como puede a un sueño que sabe de antemano no concretará. Mientras Hamlet en primera persona habla, es imposible no pensar en la universalidad del relato. El personaje recurrente sueña con llevarle a su regreso dos rosas a su esposa. Al encontrarse con esta, las flores serán solamente su cansancio y la íntima convicción de que su vida se parece peligrosamente a un vacío descifrable”.

Los invito a escuchar Elogio del Silencio, poema de y por Hamlet Lima Quintana, grabado entre el 22 de noviembre de 1993 y el 3 de junio de 1994 en La Palabra.

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